"The London Eye" es algo más que una simple noria en la que montarse y pasar un rato agradable (es la más grande del mundo, por cierto). Se trata del espectáculo de ver casi todo Londres desde las alturas (135 metros), lo cual ya compensa la entrada.
El viaje dura alrededor de 35 minutos, todos y cada uno de ellos mereciendo la pena como no se pueden ni imaginar.
Y si a uno le sobra el dinero, pues puede invitar a su pareja, reservar una cabina para los dos solos -en vuelo de atardecer/nocturno- y degustar un Champagne Rosé mientras se disfruta del espectáculo de las miles de luces...
Y un consejo: si quieren montar sin esperar demasiadas colas, saquen sus entradas con antelación a través de internet y la web oficial del "London Eye". De nada.
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